Félix Mesguich y Boleslaw Matuszewski. Reflexiones de pioneros sobre cine documental


Presentación de las traducciones

Presentamos en esta sección, ya habitual y característica de Cine Documental, un rescate de viejos escritos jamás publicados en castellano. Se trata de los textos de dos operadores de los hermanos Lumière: el polaco Boleslaw Matuszewski y el argelino Félix Mesguich, éste último incluye un prefacio de Louis Lumière. Traducciones realizadas de forma impecable por Soledad Pardo, como ya es habitual y característico de Cine Documental.
En esta recuperación de documentos históricos escritos por los difusores del nuevo invento y creadores de las primeras imágenes cinematográficas se encuentran algunos elementos conceptuales que habitualmente creemos de aparición más tardía: el vocablo “documental” y la voluntad de crear archivos cinematográficos. Estos son los ejes rectores del trabajo de Matuszewski (originalmente publicado el 25 de marzo de 1898 en Le Figaro), quien a poco más de dos años de las primeras funciones públicas de los Lumière indica la necesidad de la creación de archivos cinematográficos para la enseñanza de la historia mediante el cine “de interés documental”. Al mismo tiempo denomina con justeza “fotografías animadas” a los planos, rechazando la errónea noción de “imágenes en movimiento” que luego se volverá moneda corriente. Según el operador polaco el cineasta se vuelve un testigo visual de la historia: “El cineasta tal vez no registre la totalidad de la historia, pero al menos la parte que nos ofrece es indiscutible y absolutamente verdadera”. Algo que desde 1898 no ha dejado de estar en discusión y de ser reevaluado.

En cuanto al texto de Mesguich, se trata del prólogo de su libro Tours de manivelle, souvenirs d’un chasseur d’images (París, Editions Bernard Grasset, 1933), incluimos aquí también el prefacio escrito por Louis Lumière (congratulamos a Pablo Lanza, miembro del equipo de Cine Documental, por conseguirlo investigando en archivos parisinos). Se trata de las memorias de uno de los operadores con más vistas primitivas realizadas y, asimismo, es uno de los que más kilómetros recorrió registrando imágenes en distintos puntos del globo (y divulgando, desde ya, las bondades del nuevo invento). En acuerdo con Matuszewski, el argelino se permite decir: “pude revelar en su ‘forma visual’ a toda una generación los paisajes de nuestro planeta y las costumbres de sus habitantes más lejanos, en su exacta realidad, algo que nadie había hecho hasta ese momento”. Producto y efecto de la revolución del cinematógrafo. Podemos o no estar de acuerdo con ellos, pero lo que no creemos pertinente es olvidarlos. Sólo conociendo los orígenes podemos afrontar con herramientas idóneas la lectura del cine documental presente.