En los últimos años, el rápido avance de la tecnología digital en la industria cinematográfica ha producido cambios estructurales que han modificado la forma de hacer y ver películas. Como ante cada cambio de era, lo desconocido, sus peligros y potencialidades, genera reacciones diversas, generalmente radicales. Mucho se habla y se supone y entre estos rumores de pasillo y carreras desmesuradas por la novedad, los participantes se dividen en dos mundos, aquel que abraza las nuevas herramientas con confianza, y aquellos que defienden el pasado, o lo que configura su modo de ver el mundo. El cine, en toda su línea productiva, está atravesando estos debates. Side by Side intenta retratar este fenómeno. Sin embargo, la propia naturaleza de la transformación que intenta describir puede generarle un aire de obsolescencia demasiado temprano.
En 2010, Keanu Reeves, le propuso a Chris Kenneally realizar un documental sobre el cine digital. Kenneally, quien había dirigido el documental Crazy Legs Conti: Zen and the Art of Competitive Eating (2004), se encontraba trabajando en la posproducción de Henry´s Crime (Malcolm Venville, 2011), en el cual Reeves participó como actor y productor.
La idea original de Kenneally y Reeves era hacer un documental sobre el celuloide y lo digital y el impacto de esta disyuntiva orientado tanto a aquel público especializado, como a aquellos que desconocen qué proceso se lleva a cabo para que una imagen aparezca en sus pantallas. Para ello proyectaron una película que le mostrara al espectador los diferentes pasos y actores envueltos en la realización de un filme. También quisieron incluir la historia del desarrollo de la tecnología digital en el cine.
Si hay algo que a este documental no le faltan son nombres. La lista de entrevistados incluye a Martin Scorsese, George Lucas, James Cameron, David Lynch, Christopher Nolan, Danny Boyle, entre otros realizadores, y una gran cantidad de directores de fotografía, técnicos y directivos de la industria del cine. Quizá uno de los aspectos más interesantes del film, sea la profundidad de cada uno de estos testimonios. Son conversaciones que indagan no sólo en la opinión del entrevistado, sino que lo llevan muchas veces a cuestionarse la misma esencia de lo que hacen, de su relación con el cine, de sus motivaciones y limitaciones. Bien, ¿quién está del lado del film y quien defiende el digital? Basta encabezar las listas con Martin Scorsese, famoso por su militancia por el soporte analógico, y George Lucas, quien tanto ha hecho para desarrollar las posibilidades del cine digital. Aunque tal vez, reducirlos a dos equipos sea un poco simplista.
Side by Side está estructurado básicamente en tres secciones, la captura de la imagen, la manipulación de esa imagen (edición y corrección de color), y la proyección de la película. A estos ejes principales se le suman algunos aspectos importantes como la experiencia espectatorial, la evolución de la cámara como artefacto y la problemática de los archivos y la conservación.
Respecto de la captura de la imagen cinematográfica, el documental construye un debate en torno al ritmo de trabajo y la economía del tiempo. La tecnología digital permite rodar durante largos períodos sin necesidad de parar para recargar la cámara, pero ¿es esto una ventaja o, por el contrario, violenta el ritmo natural que los actores y técnicos necesitan para concentrarse? Paralelamente, con la captura analógica los realizadores y directores de fotografía tienen que esperar un día para poder ver sus dailies, mientras que con la tecnología digital, todos pueden ver todo, al mismo tiempo que lo filman. Sin embargo, ¿la imagen en un pequeño monitor reemplaza la experiencia de ver la escena filmada sobre una pantalla, y en un tiempo especialmente destinado a esa actividad?
En este punto, Side by Side provee un raconto histórico acerca de la evolución de las cámaras digitales, en gran parte relatado por George Lucas, quién fue uno de los primeros en indagar en esta nueva tecnología. También, una serie de animaciones procuran instruir sobre el proceso de captura con la película fotográfica y luego con los formatos digitales (pasando por el SD y las diferentes versiones del HD hasta 5K). El documental en sí mismo fue filmado con una 5k y una Panasonic HPX 170s.
La posproducción de la imagen cinematográfica -la edición, los efectos especiales, la corrección de color- ha sido, dentro de la cadena productiva de un filme, la etapa que primero recibió los beneficios y las transformaciones de la tecnología digital. Ya nadie se sorprende frente a la animación, la intensidad de los colores o el 3D. Y es tal vez en relación a esto que Side by Side intenta capturar el impacto de los otros dos lados de la cuestión: la indetenible revolución se está llevando a cabo hoy en los espacios de la captura y la proyección.
Side by Side se ajusta a la descripción del modo expositivo, planteado por Bill Nichols, en el cual los documentales se apoyan en una lógica informativa acarreada por la palabra hablada. Aquí las imágenes cumplen un rol de soporte, y quien las organiza y ayuda a que ellas creen sentido es la voz de Keanu Reeves. Él es quien nos presenta los datos factuales de este debate, y quien, además, conversa con los entrevistados, guiándonos así por un supuesto libre aprendizaje de la materia que nos permitiría extraer nuestra propia opinión. El film parece buscar en el espectador una toma de postura en cuanto a la preferencia de películas analógicas o digitales. Sin embargo, esa propuesta es desde el inicio un poco frustrante, pues nada puede hacer el público frente a una industria que ya hizo su propia elección. El aspecto tal vez más interesante, y en el que aún hay más elementos para reflexionar, decidir y considerar, la preservación de las películas en soporte fílmico o digital, queda por el contrario como una cuestión apenas tratada.
Gloria Ana Diez
Ficha técnica
Dirección: Chris Kenneally. Producción: Keanu Reeves y Justin Szlasa. Dirección de fotografía: Chris Cassidy. Edición: Mike Long y Malcolm Hearn. Origen: Estados Unidos.
Duración: 98 min. Año: 2012