Presentación de un nuevo ciclo

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La revista Cine documental inicia este ciclo con un grupo internacional de editores formado por algunos de sus colaboradores habituales y otros nuevos, con una visión de trabajo desde la continuidad del realizado hasta ahora y con el ánimo, por tanto, de seguir ofreciendo a los estudios sobre el cine documental una plataforma académica especializada y en lengua española.

No es necesario recordar que el cine documental ha proporcionado desde sus inicios materiales de gran valor en los estudios de ramas tan fundamentales de las ciencias humanísticas como la Sociología, la Antropología, la Historia, la Política o el Arte, entre otras. Indiscutiblemente, el cine documental ejerce una influencia en el panorama mediático internacional que, como reflejan muchos de los artículos publicados hasta ahora, no deja de crecer, aumentando cada día su capacidad para dar voz y rostro a personas, a colectivos y a comunidades alejadas de los grandes medios de comunicación por la distancia, por la tecnología o por las formas de marginación que puede adoptar el sistema mediático por omisión, exclusión o incomprensión. Es nuestro deseo que Cine documental siga reuniendo estudios especializados, miradas transversales y análisis comparativos que den cuenta de las grandes contribuciones que el cine documental aporta en materia de conocimientos sobre el pasado y también como elemento de progreso de la sociedad misma a través de su capacidad para señalar conflictos que requieren una atención y un desarrollo más amplios y reflexivos que los que la mayoría de los medios de comunicación son capaces de proporcionar.

Si el cine documental cultiva formas de discurso cada vez más abiertas que pretenden plantear cuestiones y despertar conciencias más que ofrecer informaciones indiscutibles o síntesis didácticas acerca de un tema, es nuestro deseo que las páginas de Cine documental puedan albergar más estudios sobre las intenciones, los debates, los resultados y las reacciones que suscitan las producciones que asumen un punto de vista y lo ofrecen a la mirada inquisitiva y exigente de los críticos. Estos asumen a su vez la responsabilidad de situar sus objetos de estudio en unas coordenadas que pueden ejercer mucha influencia en el alcance de un documental, coordenadas que muchas veces sirven también de guía a los documentalistas que sinceramente se interesan por los comentarios que se hacen sobre sus trabajos desde la crítica constructiva. Como han mostrado muchos de los textos publicados hasta ahora, cada vez más realizadores tienen la virtud de ser auténticos investigadores que utilizan el lenguaje audiovisual no solamente para exponer el resultado de un estudio realizado previamente, sino también para que se vea el desarrollo de la investigación en sí, ofreciendo al espectador una demostración en acción de contenidos capaz de desvelar aspectos sociales que, de otro modo, podrían permanecer ignorados, escondidos o silenciados.

En este necesario diálogo entre creación y crítica, deseamos que se insista, en los futuros trabajos que albergue esta revista, en la importancia del punto de vista pragmático que adoptan los documentales, en las implicaciones de la perspectiva particular de los realizadores y de los productores, en las cuestiones interpretativas y hermenéuticas de la creación y de la recepción, en las polémicas que pueden suscitarse y en las vías de expresión estética que renuevan el lenguaje documental en su diálogo con otras formas de creación y de comunicación audiovisuales o de otro tipo, con igual interés por los documentales hechos con muchos medios de producción que por aquellos que con pocos medios son capaces de expresar muchas cosas.

Tras diez años de intensa actividad, esperamos continuar teniendo la suerte de contar con contribuciones de especialistas tanto del mundo profesional como del mundo académico que entienden el cine documental como un medio de expresión exigente cuya influencia es cada vez mayor, como demuestran, por un lado, los numerosos festivales dedicados al género o a aspectos determinados del mismo y, por otro lado, la proliferación de documentales y de series documentales en plataformas de streaming. Esperando también reforzar la comunicación entre los estudiosos del cine documental, estamos abiertos a propuestas de artículos de temática libre, de dossieres sobre una temática concreta, de críticas de estrenos o de reediciones, de reseñas de libros, de entrevistas y de traducciones al español de textos de referencia en otros idiomas. Siendo una revista en lengua española, numerosas son las contribuciones publicadas sobre documentales realizados en el ámbito hispánico. Deseamos avanzar también en el número de contribuciones dedicadas a documentales realizados en otros ámbitos y a las comparaciones e influencias entre documentales en español y documentales de otras áreas, idiomas y culturas. Agradecemos la confianza que los autores depositan en nosotros, en los comentarios y consejos incluidos en nuestras evaluaciones, realizadas por especialistas en cine documental. Naturalmente, es ante todo en esta confianza en la que se sustenta la continuidad de esta revista.