Editorial

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Llegamos a los diez números. Creemos que podemos permitirnos celebrarlo y compartir esta alegría con nuestros lectores. Desde la primera edición abrimos la convocatoria a colaboraciones académicas provenientes de diversas disciplinas, espacios de pensamiento y latitudes geográficas. Jamás estuvo en nuestros planes sostener una revista para publicarnos defendiendo determinados puntos de vista. Por eso consolidamos un proceso de referato que no se rige por las apetencias personales, sino por el rigor científico y la original de las propuestas. El copioso material de los artículos siempre estuvo acompañado por entrevistas a cineastas e investigadores, críticas de films y reseñas de libros. Textos que esperamos fueran de interés para un público cautivado por los avatares del cine documental, en una de sus épocas más fructíferas y significantes.
En el camino hemos tenido la suerte de recibir algunos reconocimientos y aportes. La declaración de interés cultural del Consejo de Promoción Cultural del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en el año 2011 y el tercer premio en el Concurso Nacional para Promoción de Revistas Culturales Independientes del Fondo Nacional de las Artes, en el mismo año. La revista está indexada en Latindex y es considerada por el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) como una publicación perteneciente al Grupo 1.
Pero, como nos gusta repetir, todos esto no significaría nada sin nuestros lectores. El incremento en la cantidad de ingresos a Cine Documental no se ha detenido desde su primer día (allá en las postrimerías de diciembre de 2009). No estamos seguros de haber ocupado un lugar de referencia entre las publicaciones especializas, pero si hemos intentado llevar adelante un trabajo que no se había realizado entre las revistas académicas sobre cine en nuestro idioma: evaluar mediante los análisis más diversos los alcances y la productividad de este territorio siempre movedizo y ferozmente provocador que es el cine documental, en los tiempos en que la información mediática desborda los más diversos dispositivos y plataformas, inundando el campo de percepción de una sociedad hipermediatizada.
Dada la ocasión, el número 10 de la revista contará con una nutrida cantidad de artículos, a los que se adicionan los materiales de nuestras secciones habituales. Además, ponemos a disposición de los lectores un índice general histórico de la revista y un repositorio en PDF de las traducciones efectuadas antes del pasaje a nuestro nuevo formato de revista desde el número 7.
Por último, hemos convocado a los responsables de las diferentes secciones María Aimaretti (Reseñas), Lior Zylberman (Críticas), Soledad Pardo (Traducciones) para que ellos expongan, en primera persona, una evaluación retrospectiva de sus labores en la revista. Es imposible no sumar en este racconto al otro miembro del Equipo Editor, Pablo Lanza, quien vela para una correcta articulación de todos los contenidos de la revista y colocarlos online. Asimismo, expresamos nuestro especial agradecimiento a dos personas que acompañaron este proceso desde los inicios: Vanesa Spagnuolo (Producción) y Débora Galun (Diseño).

Traducciones
Desde su primer número nuestra revista se propuso ofrecer a sus lectores la posibilidad de acceder a versiones en español de una serie de textos sobre cine documental publicados originalmente en idioma extranjero. Fue así como surgió la sección Traducciones, que a lo largo de estas diez primeras ediciones se concentró fundamentalmente en dos clases de materiales. Por un lado, en algunos de los aportes más significativos a la teoría del cine documental actual, y por otro, en una serie de textos que revisten un importante valor histórico, cuyo estudio permite pensar en perspectiva la teoría y la práctica del cine documental y conocer las transformaciones que el mismo fue experimentando a lo largo del tiempo. Así, la diversidad ha sido uno de los sellos distintivos de la sección, dado que en la misma se han ido incorporando artículos producidos en diversos momentos históricos (desde el siglo XIX hasta la actualidad) y desde diferentes marcos teóricos (fenomenología, semiótica, entre otros). La variedad también se hizo presente en materia de géneros literarios, en la medida en que hemos seleccionado desde artículos que siguen un riguroso formato académico hasta escritos más cercanos a la crónica o el testimonio. Desde el primer número de Cine Documental hasta hoy hemos tenido el placer de publicar versiones en castellano de textos de Michael Renov, Paul Rotha, Carl Plantinga, Vivian Sobchack, Boleslaw Matuszewski, Felix Mesguich, Louis Lumière, John Corner, Guy Gauthier, Ritwik Gathak, Elizabeth Cowie y, en la presente edición, Laura Rascaroli.   
Como responsable de la sección quiero agradecer especialmente la confianza ciega que han tenido en mi trabajo los directores de la revista, Pablo Piedras y Javier Campo. Su gestión de los permisos de traducción y publicación con cada uno de los autores y sus intervenciones como correctores de los textos traducidos, por otra parte, han sido cruciales para el funcionamiento de la sección.

Críticas
Los diez números de la revista son una ocasión para celebrar y también para agradecer, más precisamente para agradecer a todos los autores que colaboraron con sus críticas, haciendo posible que la sección haya comentado casi cuarenta títulos de realizadores de diversas latitudes.
Desde el comienzo, la sección de críticas se ha caracterizado por ser un espacio de ideas sin las ataduras formales de un artículo o del texto académico, pero que, al mismo tiempo, garantizara cierta calidad reflexiva. Los que participaron en esta sección presentaron discusiones, temas y enfoques de lectura diversos, siempre abiertos a ensayar ideas. Podríamos decir así que los escritos fueron hechos con sólidas argumentaciones pero sin perder la pasión del espectador que se enfrenta ante una obra documental.
Las críticas no se asemejan a las características de la prensa diaria u otras revistas especializadas ni tampoco persiguen la novedad. Intentado buscar una voz propia, tanto para la sección en particular como para la revista en general, que marque sus propios tiempos y necesidades, se ha dado espacio no sólo a títulos novedosos sino que también se ha examinado la amplia y vasta producción reciente. Para tal tarea, los colaboradores nos han enviado sus textos a partir de una sola premisa básica: reseñar documentales proyectados en nuestro país en alguna ocasión en el lapso de los últimos dos años.
Las críticas se han escrito a partir de visualizaciones en diversas instancias: estrenos comerciales, festivales, retrospectivas, ciclos especiales, etcétera. En ese sentido, es que también podemos observar el espacio que ha adquirido el cine documental en nuestro país; en los márgenes quizá, pero con presencia constante.
En paralelo a la convocatoria particular de cada número, la sección se encuentra siempre abierta a la recepción de colaboraciones. Todos los lectores, interesados en reflexionar sobre algún título reciente en particular, se encuentran invitados a participar. Bienvenidas, entonces, las nuevas críticas.

Reseñas
Hacer memoria del itinerario de la sección en estos diez números significa, fundamentalmente, agradecer.
Agradecer a cada reseñista que, con esmero e inteligencia, supo entablar un diálogo fecundo con autores y films y generar un espacio de pensamiento, de estímulo crítico y reflexión creativa “probando” una escritura personal. Agradecer su receptividad frente a los comentarios, observaciones y sugerencias que fueron hechos con respeto y dedicación bajo una lógica de trabajo en colaboración. Las lecturas y devoluciones periódicas de cada reseña me permitieron ver el crecimiento no sólo del texto sino de su autor, a la vez que funcionaron como usina de ideas y práctica crítica para con mis propios textos: ser testigo del cincelado de sus trabajos, me ayudó a aprender a cincelar los míos. El rigor académico de unos, la lucidez de otros, la capacidad de síntesis o la audacia ensayística que se percibe en sus estilos fue inspiradora y desafiante, obligándome a seguir creciendo como responsable de la sección y su “primera interlocutora-lectora”.
Hacer memoria de estos números es también agradecer a las editoriales y entidades cuya disponibilidad permitió obsequiar a cada reseñista el ejemplar que comentaba, confiando en nuestro criterio y rigor científico, apostando al crecimiento de la sección y la revista Cine Documental.
Por último, implica agradecer a los directores de esta publicación que con alegría me invitaron generosamente a ser parte de este proyecto y siguen colaborando de muchas maneras a mi formación profesional y humana, priorizando la libertad y la autogestión en la sección, acercando propuestas y comentarios siempre oportunos.

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Para finalizar, queremos agradecer especialmente a los miembros del Comité Asesor por haber apoyado y colaborado con este proyecto desde sus comienzos. A los autores que confiaron sus trabajos. Y a los lectores que con su interés otorgan la razón de ser de este emprendimiento. ¡Por muchas más ediciones de Cine Documental!  

María Aimaretti, Javier Campo, Pablo Lanza, Soledad Pardo, Pablo Piedras y Lior Zylberman