Theory of Obscurity: A film about The Residents (Don Hardy Jr, 2015)

Descargar texto

Theory of Obscurity

La banda de música experimental estadounidense The Residents, fundada en 1969, ha sido siempre un enigma. Sus integrantes mantienen sus identidades en secreto y se presentan en vivo con máscaras y disfraces: la imagen de los cuatro integrantes con máscaras de globos oculares con galera e impecables trajes negros es la más icónica y reconocida. No dan entrevistas, sólo se manifiestan públicamente a través de The Cryptic Corporation, su equipo de management. Además de su música, han explotado tempranamente las artes audiovisuales y electrónicas. La banda fundamenta su obra vanguardista e innovadora en la Teoría de la Oscuridad, acuñada por ellos mismos, según la cual el artista sólo puede crear libremente liberado de las presiones y tendencias del entorno.

Theory of Obscurity: A film about The Residents es el relato de un misterio y de la pasión por el mismo. Una pasión evidentemente compartida por sus artífices: Don Hardy Jr, Barton Bishoff y Josh Keppel, en quienes recaen los principales créditos de este largometraje que se propone retratar una forma alternativa, extraña e insondable de entender la música y el arte en general, un “arte sin artista”.

La narración se sostiene principalmente en diversas entrevistas que reconstruyen, a través de sus colaboradores (algunos de los cuales podrían, sólo tal vez, ser integrantes o ex integrantes de la banda) y sus seguidores devotos: entre éstos sobresalen Les Claypool, (bajista y cantante de la banda Primus) y Matt Groening, experto honoris causa en lo que a la cultura pop se refiere. Además de las entrevistas, la película hace uso de una copiosa cantidad de registros fotográficos, audiovisuales, gráficos y sonoros, en variadísimos formatos y soportes. En esto recae la propuesta de la película: mostrar todo sobre aquello que, a la vez, es imposible de mostrar; aquello que permanece vedado no sólo porque la banda sea inaccesible, sino porque los propios realizadores así lo desean. También hay interpretaciones en vivo de la banda en el presente, en la cual se enfatiza esta contradicción: aún teniéndolos de cuerpo presente, no podemos acceder a ellos. Es así, con la misma soltura y desenfado con la que la banda se comporta arriba del escenario, que afloran preguntas de profunda relevancia para la vida cultural actual: ¿es posible un arte “sin imagen” del artista?, ¿puede el arte enmarcarse coherentemente dentro de un concepto, en lugar de una persona física?, ¿pueden la música e imágenes producidas por la banda subsistir por encima del culto a la personalidad, al no haber imágenes del artista?, ¿y qué significa, en última instancia, que “no hay imagen” de un artista?, ¿existe un artista que no sea una imagen de sí mismo?

La película no ignora las preguntas que suscita. Se posiciona claramente del lado de la “Teoría de la Oscuridad” (la secuencia final, en la cual el cantante agradece al final del show en varias ciudades del mundo, remarca la vigencia y éxito de la banda), pero también ofrece el testimonio de los artistas y diseñadores a cargo de las portadas de los discos y de los diferentes disfraces que The Residents ha empleado a lo largo de su carrera: es decir, los artífices de las imágenes de la banda. La importancia e interés que The Residents le ha otorgado a la imagen en su larga trayectoria se postula, evidentemente, como una de las claves de su éxito, como un elemento clave para su perdurabilidad. La banda constituye, para ellos mismos y para sus seguidores, una conjunción de elementos sonoros y visuales que se aúnan indisolublemente y le dan entidad. Se trata de una concepción del artista que, a la vez que prescinde de su imagen, se rodea de ellas y se desnuda como producido, artificial, vistiéndose con disfraces. ¿Hay menos ocultamiento en cualquier estrella pop, en cualquier actor de cine, en cualquier modelo de cualquier categoría que se presenta a cara descubierta? Como dijimos anteriormente, Theory of obscurity: A film about The Residents simplemente se dedica a mostrar este dispositivo en su más profunda contradicción: muestra todo, pero sin mostrar.

Debe ser por eso que este misterio se demuestra tan estimulante para el cine, arte que la misma banda ha cultivado: únicamente a través de la articulación de los elementos audiovisuales puede manifestarse la mirada de un autor, sin que éste aparezca delante de la cámara; es más, lo más común es que no aparezca. En este sentido, la obra de The Residents es como el cine mismo: una constante tensión entre mostrar y no mostrar, entre mirar y ser mirado, entre ver y no ver. Pudiendo verlo todo, sólo lo que decidimos no mostrar construye nuestra mirada. Sólo eso nos hace artistas.

Andrés Brandariz

Ficha técnica

Dirección: Don Hardy Jr. Producción: Barton Bishoff, Don Hardy Jr, Josh Keppel. Dirección de fotografía: Barton Bishoff, Don Hardy Jr, Josh Keppel. Edición: Barton Bishoff, Don Hardy Jr. Sonido: Philip Perkins. Origen: Estados Unidos, Alemania, Austria, Países Bajos. Duración: 87´. Año: 2015.