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Memorializar a Marielle Franco: un diario de rodaje

Por Leonard Cortana1

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El asesinato de la concejala y activista brasileña Marielle Franco en marzo de 2018 y su impacto en los medios de comunicación internacionales fomentaron una producción transnacional de videos documentales, realizados en gran parte para la televisión y los nuevos medios. El hashtag #quemmandoumantarMarielle (en competencia con #quemmandoumatarjairbolsonaro) se ha vuelto un sello importante para denunciar tanto el nuevo paisaje político brasileño de la era Bolsonaro, como el silencio acerca del crimen de Franco. El último escándalo del presidente de Brasil, a fines de abril de 2020, cuando comparó el atentado en su contra durante la campaña electoral con el crimen de Franco para «explicar» la resignación de su ministro de justicia, revela bien esta dinámica de lucha cultural, todavía relevante en medio de la pandemia del Covid-19.

Desde marzo de 2018, “Justicia para Marielle” se ha convertido en un movimiento social que ha integrado otros movimientos que reflejan la identidad y acción profundamente interseccional de Marielle: mujer, negra, lesbiana/LGBT, favelada, académica, madre soltera. Este proceso de integración de movimientos sociales no ha estado exento de dificultades, ya que los movimientos lésbico, afro-brasileño y faveladx, por ejemplo, han debido colaborar para definir sus propias estrategias, modos de representación pública y política, e integración en otros eventos de la vida pública (Carnaval, Día Internacional de las mujeres, etc.).

El presente texto comenta el proceso de creación del documental Marielle’s Legacy Will Not Die (2019) con Ethel Oliveira, activista lesbiana de la periferia de Niterói, y Pilar Rodríguez2, fotógrafa feminista de Madrid, España. Junto a ellas, reflexionamos sobre cómo definir este movimiento social y cómo mostrar su interseccionalidad en un documental didáctico, pensado para un público global que no necesariamente conoce bien las dinámicas de los movimientos sociales en Brasil y América Latina en general. El texto que sigue a continuación se estructura como una suerte de diario de rodaje ilustrado con imágenes del documental, con breves apartados para cada una de las identidades de Marielle Franco.

«Todas las identidades que Marielle Franco llevaba dentro de su cuerpo: mujer, negra, madre, favelada, lésbica, pobre, todo era la cara del Brasil. Marielle era, ante todo, brasileña». Mônica Cunha, activista defensora de los derechos humanos en Río de Janeiro, amiga cercana de Marielle y de su familia, y a quien entrevistamos en nuestro documental, hace un buen resumen de lo que fue el punto de partida de Marielle’s legacy will not die, película que retrata los movimientos activistas que luchan para honrar su memoria un año después de su asesinato. Cuando asesinaron brutalmente a la concejala municipal y activista Marielle Franco y a su conductor, Anderson Gómez, el 14 de marzo de 2018, en su coche, en pleno centro de Río de Janeiro, no solo mataron a la mujer que se encontraba en la interseccionalidad de tantas identidades, sino que más bien atacaron a la mujer que luchaba activamente por todas las identidades que ella representaba. Este cambio de énfasis es muy importante para que no se recuerde a Marielle como un símbolo de la muy a menudo distorsionada identity politics (política identitaria), sino de la issue politics, de quienes todavía luchan activamente para garantizar el acceso básico de derechos fundamentales a todas estas comunidades.

Franco escribió su tesis de maestría en administración pública sobre los abusos de las llamadas Unidades de las Policías Pacificadoras (UPP) en las favelas, lideró la Comisión de Derechos Humanos de Río de Janeiro, y, meses antes de su asesinato, trabajaba activamente para el día de visibilidad de las mujeres lésbicas. Defendía las raíces africanas de Brasil en un país que cuenta con más de un 60% de afrodescendientes en su población pero que sigue con una representación bastante minoritaria de negras y negros en los ámbitos políticos y mediáticos. Insistía en la necesidad urgente de seguir desarrollando las políticas de cuotas que puso en marcha el gobierno de Lula, para facilitar el acceso a la universidad de los estudiantes negros y negras y con menos recursos en los comienzos de los años 2000. Esta política pública va más allá del mero acceso a plazas de la universidad; también requiere transformar los programas universitarios, incluir otros puntos de vista y hacer un proyecto de sociedad más justo. En noviembre de 2019, Jean Wyllys, otro amigo de Marielle, diputado gay del mismo partido político que ella (Partido Socialismo y Libertad, PSOL), exiliado después de recibir muchísimas amenazas de muerte, organizó una conferencia en la Universidad de Harvard para rectificar las noticias falsas que circularon después de la muerte de Franco. En esta conferencia, después de enseñar el extracto final de nuestro documental, donde Cunha insiste en que al matar a Marielle mataron a todo Brasil, Wyllys añadió: «mataron a la esperanza de la política de Brasil del siglo XXI».

Desde su asesinato, su familia y los y las activistas han repetido constantemente la expresión fazer do luto uma luta (transformar el luto en lucha) para subrayar este esfuerzo continuo de lucha contra los numerosos intentos de silenciar o de perjudicar la memoria de Marielle Franco. Si se entiende que el luto no puede empezar antes de saber quién mandó matar, las numerosas iniciativas que se pusieron en marcha para seguir adelante con su legado coincidieron con un momento de retroceso significativo para los derechos humanos en los primeros meses del gobierno de Bolsonaro. Además, Franco usaba muy a menudo esta expresión para referirse a la lucha de las comunidades de las favelas y más particularmente a la lucha de las mujeres contra las violencias de la policía y de los paramilitares. Yo quise participar activamente en este movimiento y poder utilizar mi viaje a Brasil y mis privilegios de estudiante de doctorado de New York University (NYU) para destacar a Marielle como figura de resistencia transnacional y soñar con presentar su trabajo en mi tierra, en Guadalupe y Francia, país este último que hizo de la raza un tema anticonstitucional y donde todavía hace falta educar mucho para concientizar a la opinión publica acerca de esta lucha. Mi amiga fotógrafa española Pilar Rodríguez se unió al proyecto aportando su mirada feminista y su cuidado de filmar a estas mujeres con fuerza y empoderamiento. Colaboramos con Ethel Oliveira, activista y cineasta negra y lesbiana de Río de Janeiro, quien nos ayudó a introducirnos en el mundo activista, explicar nuestro proyecto y ganar la confianza de estas mujeres luchadoras. Muy rápido, decidimos centrar la película solo en las voces de las mujeres. También decidimos mostrar la diversidad de las acciones activistas en una convergencia de las luchas que representa tan bien lo que era y defendía Marielle.

Llegamos en febrero de 2019, Río estaba en plena preparación del Carnaval. La música de las escuelas de samba inundaba las calles, la purpurina tenía el asfalto tomado y las paredes reclamaban los gritos de justicia para Marielle Franco: «Justicia para Marielle Franco», «Quién mandó matar a Marielle», «Marielle vive» (fig. 1). Durante las tres semanas que separaban el Carnaval del primer aniversario de su asesinato, las activistas y los activistas y sus familias no pararon de organizar eventos que encajaban perfectamente con las luchas contemporáneas del Brasil en contra de las políticas de la era de Bolsonaro.

La preparación de nuestro documental incluyó asistir a horas de debates y reuniones de organización de activistas, y a los ensayos de la escuela de samba de Mangueira, que dedicó su performance a Marielle. «Justicia para Marielle» estaba en todas las bocas y todos los tweets, y cada evento acababa con el grito de «Marielle presente». Todas y todos desarrollaban la misma lógica implacable del doble crimen de la justicia lenta: por un lado, el intento de invisibilizar a las mujeres negras en el debate; por otro, y a pesar de la presión ejercida por los medios internacionales, la crítica de una parte de la opinión pública que casi defendía el crimen porque Marielle «se lo merecía».

 

Fig. 1. Collage de diversas expresiones sociales reclamando justicia para Marielle Franco.
Figura 1. Collage de diversas expresiones sociales reclamando justicia para Marielle Franco

En este diario de rodaje de nuestras tres semanas allí, quiero destacar la fuerza que nos ha dado el asistir a esta transformación del «luto en lucha» que mencionaba antes, un trabajo diario y prácticamente sin descanso, asistiendo a un evento dedicado a su memoria en cada rincón de la ciudad. Quiero enfatizar que la lucha de la revolución se puede hacer con alegría, que existe un Brasil detrás del abusador de la democracia que es, en mi opinión, el presidente Jair Bolsonaro, y que todavía hay mucha gente que cree en la democracia brasileña y está luchando por ella.

Cuando Bolsonaro se comparó con Marielle para explicar el despido de su ministro de Justicia que, según el, había invertido más tiempo en la investigación de su asesinato que en el atentado que él sufrió, fueron las sementes las que defendieron su honor y no aceptaron que la imagen de Marielle fuera utilizada y puesta en la boca de la persona culpable de destruir su proyecto de sociedad inclusiva. La palabra sementes (ʽsemillasʼ en portugués) se ha utilizado en gran medida para describir la entrada progresiva de las voces de las mujeres negras en la política local y nacional que aboga por el cambio social.

En plena pandemia, Marielle sigue viviendo a través del Instituto Marielle Franco, creado por su familia, una institución que empodera a lxs faveladxs, por ejemplo con el proyecto de hacer un mapa digital de las acciones de lucha contra la pandemia en la favela. A finales de mayo, ganaron una batalla importante contra el proyecto de federalizar el caso judicial de Marielle con una campaña de sensibilización que explicaba los riesgos de interferencia de la administración Bolsonaro en el proceso de investigación. Marielle vive a su vez en la boca de Mónica Benicio, su viuda que escribe y organiza sesiones live en Instagram retomando las problemáticas de su lucha, y también en Renata Souza, diputada de Río de Janeiro, criada al igual que Franco en la favela de Mare y quien sigue luchando por una mejora urgente de las condiciones sanitarias en la favela. Marielle vive en los hashtags de Twitter, en las frases repetidas de «Marielle presente» al final de los lives en las redes sociales. Como dice el título de nuestra película, el legado de Marielle no morirá.

Marielle: una mujer

4 de marzo, 4:02 am (fig. 2). La escuela de samba Estación Primera de Mangueira está lista para subir al escenario del Sambódromo para la competición del Carnaval de 2019. Este año, la música y la actuación de samba de la escuela rinden homenaje a Marielle Franco y a todas las demás figuras negras que no están presentes en los libros de historia de Brasil.

Fig. 2. Intérprete de la escuela de samba Estación Primera de Mangueira, preparándose para participar en el Carnaval de 2019
Figura 2. Intérprete de la escuela de samba Estación Primera de Mangueira, preparándose para participar en el Carnaval de 2019

 

Entre los carros se mostraba la palabra ʽasesinosʼ en letras rojas como la sangre. Muchas mujeres de los barrios periféricos de Río se ponen sus atuendos o ensayan las canciones juntas. Una intérprete nos explica: «Aquí nadie es modelo, todas somos madres, mujeres reales de la periferia mostrando nuestro cabello negro natural y empujaremos el carro para cantar y celebrar a Marielle y a nuestras historias que durante mucho tiempo han sido invisibles».

 

Marielle: una activista negra / afrobrasileña

14 de marzo, 20:37. Cinêlandia, plaza pública en el centro de Río de Janeiro. Los parientes de Marielle colaboraron con grupos activistas afrobrasileños para organizar el festival de Marielle, una serie de eventos que tendrán lugar en varias partes de Río y en otras ciudades brasileñas para recordar a Marielle. Por la tarde, preparan un escenario para presentar un espectáculo que durará al menos 7 horas y en el que figuras políticas, artistas de las favelas y periferias, y feministas estarán interpretando y celebrando el legado de Marielle. En un poderoso homenaje al movimiento Black Panthers estadounidense, el colectivo de mujeres Black Panthers de Río entra en escena (fig. 3).

 

Fig. 3 Las panteras negras cariocas gritando con el puño para arriba “Quien mandó matar a Marielle Franco?” en el festival Marielle Franco.
Figura 3. Las panteras negras cariocas en el festival Marielle

Sus carteles proclaman «No nos quedaremos en silencio» y gritan a la audiencia: «¿Qué queremos? Queremos saber quién mandó matar a Marielle».

Marielle: una mujer lesbiana

6 de marzo, 18:47. Sede de la escuela de Samba Mangueira, en la favela da Mangueira. Los residentes del vecindario y otros mangueires se reúnen para ver los resultados en vivo de la competición del Carnaval 2019. Mónica Benicio (fig. 4), la viuda de Marielle, formó parte del desfile y mostró con orgullo una camiseta verde y rosa con el mensaje «Lucha como Marielle», escrito en los colores de la escuela de samba. La cadena de televisión Globo subtituló su aparición en televisión, durante el desfile, como la viuda de Marielle, un reconocimiento nacional necesario para la comunidad lesbiana brasileña que sufrió un número dramático de lesbocidios en el poco tiempo que duró la grabación de nuestro documental.

 

Fig. 4. Mónica Benicio, viuda de Marielle Franco
Figura 4. Mónica Benicio, viuda de Marielle Franco

A pesar de una fuerte tormenta de lluvia que interrumpió la retransmisión de los resultados por televisión en vivo, la comunidad de Mangueira los celebra gritando «Somos campeones», con la presencia de Mónica en el escenario, abrazada por toda la comunidad. Presente en el Día Internacional de la Mujer, Mónica recuerda el compromiso político de Marielle con la comunidad LGBTQI y celebra su amor y relación como símbolos de igualdad y empoderamiento para la comunidad lesbiana.

Marielle: una madre

14 de marzo, 16:56. Minutos antes del comienzo del festival de Marielle, Luyara Santos (fig. 5), su hija de 19 años y quien no ha aparecido mucho en los principales medios de comunicación, está hablando ante las cámaras de noticias bajo la atenta mirada de su incansable tía y activista Anielle.

 

Fig. 5 Luyara Santos, hija de Marielle, habla frente a las cámaras de televisión
Figura 5. Luyara Santos, hija de Marielle, habla ante las cámaras de televisión

Una semana antes, el último número de la revista Raza Negra presentaba a la familia de Marielle (padres, hermana e hija) en su portada, con una silla vacía en el medio, debajo del título «Un año sin Marielle». Mientras la hermana y la hija de Marielle permanecen en el escenario animando a los artistas durante el festival, la madre de Marielle realiza una actividad en la favela de Mare. Durante el mes de rodaje del documental fuimos testigos del profundo compromiso de la familia por continuar la lucha de Marielle y apoyar a las comunidades negras y faveladas.

Marielle: una favelada

7 de marzo, 22:57. Cada mes, Fatima Lima, activista lesbiana y favelada, celebra una sesión de cineclub en el Morro da Providência (fig. 6), donde invita a figuras académicas, políticas y activistas para hablar sobre películas que celebran la lucha de Marielle Franco para emancipar a las mujeres negras en la favela.

 

Fig. 6. Sesión de cineclub en el Morro da Providência, Rio de Janeiro
Figura 6. Sesión de cineclub en el Morro da Providência, Rio de Janeiro

Con su cineclub, Lima crea un espacio seguro y antifascista en el que el cine se convierte en un sitio de resistencia e inspiración y se puede intercambiar ideas, sugerir películas y fomentar grupos de apoyo. Junto con sus invitadas e invitados, Lima le recuerda a la audiencia que promuevan la tolerancia y el entendimiento entre las comunidades, y celebren la personalidad interseccional de Marielle para educar a las nuevas generaciones de activistas de las periferias.

Marielle: una feminista

8 de marzo, 18:23. Día Internacional de la Mujer (fig. 7). Durante la marcha de las mujeres que terminó en Cinêlandia con un homenaje a Marielle, muchas mujeres y aliadas sostienen carteles con las imágenes y consignas de «Marielle está viva», junto con otros mensajes políticos como un llamado a legalizar el aborto.

 

Fig. 7. Mujeres sostienen un lienzo que dice "Somos gigantes, Marielle está presente" en la marcha del Día Internacional de la Mujer
Figura 7. Mujeres sostienen una pancarta que dice «Somos gigantes, Marielle presente» en la marcha del Día Internacional de la Mujer

A lo largo de la grabación de nuestro documental, nos encontraremos con un colectivo de varias mujeres subidas en zancos, con letreros que dicen: «Somos gigantes, Marielle presente» (fig. 7) o «Marielle es gigante». Las mujeres activistas rindieron homenaje al compromiso y la agenda feminista de Marielle, recordándonos que su asesinato es otro intento trágico de silenciar las voces y el poder político de las mujeres en el país.

Marielle: una semente

14 de marzo, 22:14. Festival Marielle. Renata Sousa, Mónica Francisco, Dani Monteiro y Taliria Petrone, mujeres militantes del partido político PSOL de Marielle y electas representantes en la Asamblea Legislativa de Río de Janeiro, dan la espalda a su audiencia, levantando los puños mientras miran la pantalla en que se muestra la cara de Marielle (fig. 8). Juntas, pronunciaron un discurso que prometió continuar el legado de Marielle y luchar a pesar de las amenazas que han recibido.

 

Fig. 8. Renata Sousa, Mónica Francisco, Dani Monteiro y Taliria Petrone en el Festival Marielle
Figura 8. Renata Sousa, Mónica Francisco, Dani Monteiro y Taliria Petrone en el Festival Marielle

Marielle: una académica

12 de marzo, 18:38. Museo Mare, Favela da Mare. El museo organizó una conferencia para celebrar la publicación de la tesis de maestría de Marielle, UPP. La reducción de la favela a tres letras. Un análisis de la política de seguridad pública en el estado de Río de Janeiro (fig. 9). El libro analiza el papel de las unidades policiales ʽpacificadorasʼ y los crímenes que perpetúan. Es un texto visionario, moldeado por un profundo conocimiento de los discursos poscoloniales. El trabajo académico de Marielle abre caminos para que una generación de académicos y creadores de políticas públicas analicen sus observaciones y adopten sus propuestas para luchar contra la violencia policial en la favela. La tesis concluye con el famoso mantra: «transformar el luto en lucha».

 

Fig. 9. Portada del libro UPP. La reducción de la favela a tres letras. Un análisis de la política de seguridad pública en el estado de Río de Janeiro, que recoge la tesis de maestría de Marielle Franco
Figura 9. Portada del libro UPP. La reducción de la favela a tres letras. Un análisis de la política de seguridad pública en el estado de Río de Janeiro, que recoge la tesis de maestría de Marielle Franco

Debemos agregar a esta lista de identidades, que está lejos de ser exhaustiva, una identidad urbana transversal. Desde su asesinato, artistas y personas anónimas han llenado con arte reivindicativo y con retratos de Marielle las paredes de Río de Janeiro y otras ciudades de Brasil y del mundo (fig. 10). Los gestos populares necesitan reconocimiento. Estos grafitis destacan que recordar la personalidad interseccional de Marielle no será posible sin responder a la pregunta: ¿Quién mandó matar a Marielle Franco?

 

Fig. 10. Collage de diversos graffitis en las calles de Río de Janeiro
Figura 10. Collage de diversos grafitis en las calles de Río de Janeiro

 

 

Notas

1 Leonard Cortana (Guadeloupe, Francia) realiza estudios de doctorado en el Departamento de Estudios Cinematográficos en la Universidad de Nueva York (NYU) bajo la supervisión de Robert Stam. Es también investigador en el Centro Internet y Sociedad – Berkman Klein Center de la Universidad de Harvard. Investiga prácticas audiovisuales activistas negras y mestizas en Francia, Brasil y Estados Unidos con un enfoque sobre narrativas de las periferias y la recepción de estas producciones en otros contextos que sufren similares procesos de amnesia histórica. Analiza también el desarrollo de actividades de cineclubes activistas. Antes de empezar sus estudios doctorales, fue trabajador social y desarrolló proyectos de creación audiovisual y teatral con jóvenes, varios colectivos y ONGs. Antes de su documental Marielle’s legacy will not die (2019) hizo otros dos: (Si)toyenne (2014), sobre una mujer argelina que vive en Francia y no quiere votar en las elecciones presidenciales en Argelia, y A Land in Between (2016), sobre historias de migrantes de la isla de Cerdeña, Italia, en Francia y otros que regresaron a su país.

2 Tras estudiar administración de empresas, Pilar Rodríguez se dedicó a varios proyectos artísticos de educación en Estados Unidos. Fue asistente de producción y directora de fotografía en el corto Marielle’s legacy will not die y sus fotos del rodaje fueron objeto de una exposición sobre movimientos sociales internacionales en la Universidad de Paris-Saclay.