Victoria (Juan Villegas, 2015)

Descargar texto

Victoria

Es cada vez más frecuente la incursión en el documental de los realizadores que formaron parte del denominado Nuevo Cine Argentino a fines de los noventa y principios del dos mil ‌—en el que Juan Villegas tuvo su participación tanto en calidad de cineasta como de crítico de cine en la revista El amante—. En esta oportunidad, su debut en este formato nos ofrece un retrato íntegro de la historia de vida y la prometedora carrera artística de Victoria Morán, una talentosa y apasionada cantante que trasmite su entusiasmo e ímpetu en cada uno de los planos que la retratan y que se traduce en su arte.

El primer documental de Villegas narra el mundo laboral y familiar de Victoria Morán, cantante y compositora de tangos que abre las puertas de su casa en Berazategui y nos invita a conocer su cotidianeidad. Con una cámara que sigue de cerca y destaca con el mismo énfasis cada uno de los momentos de la vida de la protagonista —desde tomar el tren, ir hacer las compras al mercado con su hija y cocinar, hasta ensayar y reflexionar sobre la vocación musical y el trabajo independiente— nos adentramos progresivamente en el universo de Victoria, su pasado, su presente y sus planes para el futuro inmediato.

Adoptando una modalidad observacional, la cámara permanece muy cerca pero invisible a lo largo de todo el documental y desde esa imperceptibilidad vamos conociendo la personalidad de Victoria, sus sentimientos y opiniones respecto de su profesión y las dificultades que debe ir sorteando para abrirse un camino. A partir de los diálogos con el guitarrista que acompaña su cálida voz, sabemos que la cantante está preparando su segundo disco de manera independiente. Victoria manifiesta el cansancio que le produce programar y coordinar fechas, el desconcierto que le genera el desfasaje (imprevisible) entre la difusión y la concurrencia de público y las dificultades económicas para afrontar la contratación de un representante. También en ellos conocemos los sueños truncos de la protagonista, como poner una tanguería para la cual incluso contaba con el diseño de la carta de comidas. Más allá de las dificultades y el cansancio, Victoria es perseverante y se entrega con pasión a aquello que ama: la música. Con el propósito de retratar dicho afán, el documental muestra los llamados telefónicos que la cantante efectúa para concertar fechas para la presentación oficial de su disco, la sigue hasta SADAIC cuando registra composiciones de su autoría y también presencia las lecciones magistrales de interpretación y composición que brinda a alumnos ocasionales, a partir de las cuales podemos conocer cómo encara su arte. Por otro lado, el documental retrata tanto el lado solidario de la protagonista —quien canta en un geriátrico todas las semanas— como las reuniones familiares, especialmente la relación con su padre con quien comparte la misma pasión por la música.

La entrevista, recurso típico del documental, en Victoria tiene lugar al final del film y queda delegada a manos de un periodista que la graba en un bar y le hace preguntas sobre su profesión. Este procedimiento, inusual en la actitud observacional del documental, queda justificado aquí en tanto constituye una instancia coherente con las diferentes actividades que realiza la cantante previas al lanzamiento de su segundo disco: ensayar, concertar fechas, grabar y brindar entrevistas. En la conversación que mantiene con el periodista, accedemos a la historia de vida de Victoria: sus comienzos como cantante, su evolución y crecimiento tanto personal como profesional (comenzó a los 18 años y ahora tiene 37); sus problemas físicos al nacer, y su relación e influencia de Nelly Omar, a quien considera, además de una mentora y maestra, una madre. Aquí Victoria se define más como poeta que como música (porque no es instrumentista) y manifiesta un cambio “en los aires que se respiran” que hizo que la música se convierta en una actividad más digna.

De igual forma que en el inicio del film, el final nos regala nuevamente la interpretación de Victoria en un estudio de grabación, en el que se registra a la cantante de espalda en función de otorgarle a su cálida voz un protagonismo absoluto mientras entona:

“Adiós felicidad, casi no te conocí, pasaste indiferente, sin pensar en mi sufrir. Todo mi empeño fue en vano, no quisiste estar conmigo y ahora me queda más onda esta sensación de vacío. Adiós felicidad, casi no te conocí, pasaste indiferente, sin querer nada de mi…pero tal vez llegue el día en que pueda retenerte. Mientras, con la esperanza de ese día viviré”

Carolina Soria

Ficha técnica

Dirección: Juan Villegas. Producción: Juan Villegas. Guión: Juan Villegas. Montaje: Manuel Ferrari. Fotografía: Felipe Sánchez García. Sonido: Francisco Pedemonte. Origen: Argentina. Duración: 70’. 2015.