Elizabeth Ramírez Soto y Catalina Donoso Pinto (Editoras). Santiago de Chile, Ediciones Metales Pesados, 2016.
Por Isabel Seguí
Actualmente, parece haber un consenso sobre la necesidad de inscribir en la historia del cine latinoamericano a las mujeres ausentes. Esta tarea es enorme, pues llevamos décadas construyendo la historia—sobre todo la del Nuevo Cine Latinoamericano— desde una perspectiva patriarcal, vestida de neutralidad. El storytelling ha estado principalmente basado en el relato de ciertas voces masculinas (directores o críticos), extremadamente elocuentes y poderosas que, iluminando determinados aspectos, han ensombrecido muchos otros. Esta perspectiva ha creado un canon y toda una serie de marcos teóricos no solo ampliables, sino cuestionables.
El trabajo de superar las inercias en el relato del cine latinoamericano, se está llevando a cabo desde variados frentes. Una nueva generación de investigadoras e investigadores de diversos puntos de Latinoamérica (y también de afuera) empiezan a reconstruir con detalle las historias de vida y trabajo de las mujeres que participaron en la realización de cine y video en el continente en el último tercio del siglo XX. Esta recuperación de cineastas, redes, circuitos, prácticas y obras olvidadas tiene una de sus principales fortalezas en el rescate de archivos (la mayoría de ellos personales) y también en la reescritura de la narrativa hegemónica, masculina o masculinizada, a través de la historia oral. Muchas de las protagonistas están vivas, pero debido a su edad, el tiempo corre en nuestra contra. Por ello, los próximos años son fundamentales para la obtención de fuentes primarias para la investigación.
El libro Nomadías. El cine de Marilú Mallet, Valeria Sarmiento y Angelina Vázquez, editado por Elizabeth Ramírez Soto y Catalina Donoso Pinto, es un maduro ejemplo de recuperación de la vida y la obra de tres cineastas chilenas, cuyo trabajo se ha desarrollado principalmente en el exilio. Sus editoras plantean del volumen un ejercicio de rescate y un proyecto de visibilización de las figuras de Mallet, Sarmiento y Vázquez que se remonta a 2012, cuyo primer resultado fue la retrospectiva centrada en las tres autoras en el 20º Festival Internacional de Cine de Valdivia [FICV], en el año 2013.
Nomadías se divide en cuatro secciones. Las tres primeras, que comentaremos más adelante, están dedicadas a cada una de las cineastas y contienen contribuciones novedosas a excepción de la traducción de un ensayo ya clásico publicado por la investigadora feminista Linda Longfellow en 1984. La cuarta sección incluye la transcripción de un conversatorio con Marilú Mallet y Angelina Vázquez en el FICV, en 2013, y una entrevista que Ian Christie realizó a Valeria Sarmiento en 2014. Destaca en esta última sección el dossier de fotografías, recortes de prensa, fichas de trabajo, correspondencia, afiches, y otros documentos pertenecientes a los archivos personales de Marilú Mallet y Angelina Vázquez, y a otros dos importantes archivos disponibles para las investigadoras gracias a la donación que realizaron sus compiladoras: el Fondo Zuzana M. Pick, disponible en la Cineteca de la Universidad de Chile, y el Archivo Ruiz-Sarmiento, sito en el Instituto del Arte de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.
Desde mi punto de vista, es la última sección la que dota al libro de su carácter más personal/político, pues transmite a la lectora la idea —y el sentimiento— que impulsó su gestación y también la metodología empleada en su creación. La última página del dossier contiene, además, una serie de fotografías del encuentro de Valdivia. Estas imágenes de las organizadoras y las realizadoras homenajeadas muestran el espíritu colaborativo, reflexivo y afectivo que ha guiado este proyecto.
Respecto al “nomadismo” al que hace referencia el título del libro, las editoras hacen uso del concepto acuñado por la teórica feminista Rosi Braidotti (1994), para quien el sujeto nómada está situado en un lugar privilegiado de resistencia a la codificación.[1] En la introducción se expone que, del mismo modo, la vida y obra de las exiliadas Mallet, Sarmiento y Vázquez “son una rebelión ante los discursos patriarcales, ante el deber ser de lo político, ante los géneros cinematográficos, ante lo que se espera del cine latinoamericano” (32). En efecto, las obras cinematográficas revisadas en este libro subvierten el “deber ser” del cine político latinoamericano y, consecuentemente, proponen una batería de recursos formales y temáticos alternativos, que se enmarcan en las discusiones sobre las posibilidades de expresión de la subjetividad atribuibles al documental.
En cuanto a las contribuciones ensayísticas, la primera sección, dedicada a Marilú Mallet, abre con un artículo de José Miguel Palacios quien compara la obra literaria y cinematográfica de esta autora y su evolución formal en dos textos cuyo tema común es la memoria. El siguiente ensayo es la traducción del artículo publicado por Linda Longfellow en 1984. Aquí la autora enfatiza el esfuerzo de Mallet por construir un nuevo lenguaje documental alternativo al del “documental socio-político” en Journal Inachevé (1983) y lo califica de ‘escritura femenina’ resistente a la elaboración de una lógica cerrada. Finaliza esta sección Paola Margulis, quien analiza dos obras de Mallet cuya realización está separada por más de veinte años, Journal Inachevé y La cueca sola (2003). Margulis pone el foco en la construcción del espacio como escenario de la subjetividad y observa una estrecha relación de continuidad y complementariedad entre estas dos obras, que dialogan de un modo circular sobre la dictadura y el exilio.
La sección dedicada a Valeria Sarmiento se inicia con un trabajo de Valeria de los Ríos sobre la presencia animal en el documental El hombre cuando es hombre (1982). Según su autora la desestabilización de las relaciones entre naturaleza y cultura en el film es una contribución metafórica a la dilución de los límites canónicos entre ficción y documental. Vania Barraza interviene seguidamente a propósito de la incursión subversiva de Sarmiento en el género del melodrama. Por su parte, Mónica Ríos interpreta el trabajo de Sarmiento como un trabajo de generación de un archivo audiovisual o “archivo de formas”, el cual, a través de la ficción, compensa la ausencia de determinadas voces en el archivo oficial.
A propósito de Angelina Vázquez, Laura Senio Blair repasa tres películas que la directora chilena realizó desde su exilio finlandés, Dos años en Finlandia (1975), Así nace un desaparecido (1977) y Gracias a la vida (o la pequeña historia de una mujer maltratada) [1980], y muestra cómo estas obras no fueron solo parte de la campaña internacional contra el régimen de Pinochet sino que a través de una consistente experimentación visual contribuyeron a la materialización de la presencia y “la importancia de las mujeres en todos los actos de resistencia sociales y políticos” (204-205). Elizabeth Soto se enfoca en el carácter transnacional —Argentina, Finlandia, y probablemente Chile— de Así nace un desaparecido, con un especial énfasis en la apuesta estética radical que supone la inserción de escenas musicales en un documental político. Esta tercera sección cierra con una conversación entre Angelina Vázquez y Zuzana Pick, que conecta con la última parte del libro que, como hemos visto, está dedicada a conversaciones y materiales de archivo.
Las editoras de Nomadías, Elizabeth Ramírez y Catalina Donoso, apuestan por una lectura integral, encarnada, políglota y compleja de la práctica cinematográfica nacional y transnacional. Su libro viene a llenar un importante vacío, al suponer el primer esfuerzo riguroso de reinscripción en la historia del cine chileno de tres importantes figuras como son Marilú Mallet, Valeria Sarmiento y Angelina Vázquez.
Nomadías, además, contribuye a la revisión y ampliación del panteón del cine político latinoamericano, no para generar un canon nuevo —un nuevo listado de autores que esta vez incluya también a las mujeres—sino para cuestionar el existente, con la intención de renovarlos parámetros de interpretación del pasado a través, por ejemplo, de la incorporación de metodologías como el análisis de las relaciones de poder entre hombres y mujeres en contextos cinematográficos de izquierdas. La facilitación de la emergencia de voces acalladas complejiza el relato de un modo valioso. Añadiría que también es necesaria la formulación de nuevas preguntas dirigidas a los patriarcas, ya que sorpresivamente, éstos suelen estar más dispuestos a la revisión autocrítica de lo que los investigadores creemos.
Para terminar, además de recomendar la lectura del libro, propongo a todos los especialistas en documental (interesados o no en trabajar con enfoque de género), la visualización de tres ineludibles obras de estas autoras: Journal Inachevé, de Marilú Mallet, El hombre cuando es hombre, de Valeria Sarmiento, y Así nace un desaparecido, de Angelina Vázquez. Ya se ha producido el rescate, ahora que circulen.
Notas
[1] Braidotti, Rosi (1994), Nomadic Subjects: Embodiment and Sexual Difference in Contemporary Feminist Theory, Columbia University Press, Nueva York.